Como se sabe, el Barrio Antiguo además de ser un sitio lleno de espacios para diversión, también es un lugar para las artes.

En muchas de las calles del Barrio se pueden encontrar galerías, talleres y centros culturales.

Aquí mismo una afamada pintora instaló su estudio, ella además de su obra artística apoyaba siempre a los jóvenes talentos y era muy exigente ya que sabia que muchos se decían pintores o escritores solo por moda o para impresionar.

Este taller muchas veces servía como lugar para pernoctar ya que los artistas por alguna extraña razón nunca traían dinero, siempre a la mañana siguiente se ofrecía desayuno donde a la anfitriona, muchas veces los inquilinos le contaban que oían, veían y sentían cosas raras, llevándose tremendos sustos; esa era, cuenta la destacada pintora, la manera en que se descubría quienes eran los verdaderos artistas de vocación y corazón ya que solo los que tuvieron apariciones lograron destacar y fueron famosos.